Por Qué

Nuestro proyecto cree en el gran potencial de Chile para hacer vinos únicos, gracias a su gran diversidad topográfica, de suelos, además de un clima moderado maravillosamente por el Pacífico y Los Andes. Este potencial lo usamos a nuestro favor para hacer vinos que conjuguen elementos del nuevo mundo como la fruta nítida y exuberante típica de los vinos sudamericanos, con el equilibrio y el balance de los vinos del viejo mundo.

Creemos en un trabajo enológico que se concentre en potenciar lugares y sus personas. Los enólogos somos una parte de esta historia, y lo que perdura es la calidad del vino, la consiguiente reputación de un lugar y el beneficio a su gente. Los constructores de este potencial son los viñateros y los enólogos los facilitadores de la expresión de esa calidad. Para eso es fundamental poner en el mapa el nombre de cada rincón de Chile con que trabajemos. Queremos hacer no tan sólo vinos ricos, sino que vinos con carácter donde mande el sentido de lugar.

Trabajamos con viticultores a quienes mencionamos de nombre y apellido, que con gran experiencia manejan sus viñedos sin el uso de agroquímicos sintéticos. Los vinos son pensados y hechos por enólogos, con la convicción de devolverle el “oficio” a la “profesión”, de esta manera se puede hilar fino en cada etapa y disfrutar el hacer el trabajo con nuestras propias manos. La enología es detallada, sin embargo, de poca intervención, haciendo uso de levaduras nativas originales del viñedo y trabajando gentilmente por gravedad sin bombas. Todo esto en pos de obtener vinos francos, honestos, sin maquillajes que expresan fielmente el terroir trabajado.